miércoles, 20 de marzo de 2019

LOS OBISPOS DEL DESASTRE


LOS OBISPOS DEL DESASTRE
PAMU

Los obispos venezolanos suelen publicar una sola carta pastoral desde la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV)pero ante el desastre que vive Venezuela han decidido dirigirse personalmente en cada diócesis a sus feligreses con problemas puntuales en cada caso para llamar la atención de las autoridades que parecen no oyen a sus súbditos. Esta modalidad era la que utilizaban nuestros antecesores por las distancias en las comunicaciones que existían. Tuve la oportunidad de publicar hace algún tiempo las “cartas Pastorales de Mons. Chacón” que fuera arzobispo de Mérida durante cuarenta años. Allí se trataban todas las efemérides locales y nacionales con un gran sentido de responsabilidad sobre las situaciones vividas.


En esta ocasión vuelven a esa modalidad y cada uno vibra con su pueblo en las calamidades que les ocasionen las circunstancias de los lugares donde viven. Así el arzobispo de ciudad Bolívar habla con propiedad de los problemas de la represa del Guri porque vive con sus habitantes y puede decir lo que ellos le dicen sobre el abandono en el mantenimiento de la empresa y de las causas que originaron el apagón. Por ello el pueblo no se deja engañar con las mentiras de causas externas y menos dirigidas desde el imperio que ellos le atribuyen todos los males. También les puede hablar con propiedad de las empresas básicas del hierro y del oro y de sus corruptelas que han deteriorado en tan gran escala que sus técnicos han tenido que emigrar por la politiquería nefasta.

Los obispos del Llano con igual énfasis les hablan a los llaneros de sus problemas y saben cómo las cosechas y los productos agrícolas se han disminuido por la falta de asistencia a sus campos.
No menos realistas han sido los obispos del centro y Maracaibo que hasta han sido protestados por el gobierno cuando en las fiestas de la Divina Pastora en Barquisimeto se refieran a los sufrimientos de sus devotos en los servicios públicos y sus reivindicaciones.


Hace tiempo que el obispo del Táchira con su clero y feligreses claman por las injusticias de este gobierno en las fronteras donde miles de venezolanos cada día emigran huyendo de esta peste.
Es el eco en la iglesia católica de lo que están sufriendo sus hijos con esta revolución bonita de un socialismo trasnochado y tiránico que comenzó hace veinte años con piel de oveja engañando.

En todas estas cartas pastorales de los obispos venezolanos en este tiempo de desastre se nota la doctrina del Papa León XIII sobre el marxista que concluye diciendo “No se puede ser católico y comunista” porque es como el agua y el aceite que no pueden unirse. 
         Marzo 20-2019

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