jueves, 29 de abril de 2021

LA CASA DEL CARDENAL



 Pbro Lcdo Pedro A Moreno U




Aqui nació Mons Quintero decía con orgullo un mucuchisero y se deleitaba mostrando los dibujos de niño y el rincón donde decía misa su paisano el padresito de Mucucíes.                                                        Eran los tiempos de mi seminario menor cuando conocí por primera vez la casa que hoy remodelada  inauguran las autoridades eclesiásticas y civiles, de quien tengo tan gratos recuerdos.                             En aquellos mismos tiempos veía con frecuencia la figura de un sacerdote vestido de rígido negro entre las columnas de la catedral en construcción y en mi imaginación infantil se me confundían con las graníticas que hablan las Escrituras que son los apóstoles de la Iglesia.En las misas pontificales de Mons Chaón formaba siempre el trío inconfundible de sus inmediatos colaboradores Mons Pulido Mendez,el secretario y Negrón Dubuc el administrador porque él era el eterno vicario general. Eran clásicos los días festivos cuando predicaba Mons Quintero y lo sabíamos porque ese día no se revestía con los lujosos ornamentos de diácono de honor sino con el atuento de canónigo magistral




Cuando el gobierno estadal publicó por primera vez sus obras completas ,sus didcursos los saboreaba de nuevo en mis estudios superiores de Caracas haciendo mi composición de lugar en la capilla del Sagrario.Mi admiración por su persona y su obra se convirtió en adopción el día en que me dió la ordenación sacerdotal y me llevó por los pueblos del sur en su última visita pastoral.Entonces oía con devoción su amena e interesante conversación,admiraba su erudicción  y disfrutaba de su humor a flor de labio en todas las ocasiones .Si grande era su elocuencia en las solemnes efemérides,sencillas y comprensibles por lo llano en las pláticas a los campesinos,pues recordaba de en vez en cuando que solo era un indio mucuchisero.

Siendo cardenal  de Caracas le pedí en favor prologara "Las cartas pastorales de Mons Chacón que iba a publicar y con nostalgia recordó todos esos recorridos de las visitas pastorales con el P Indalecio Santivanez  de secretario.Me obsequió sus obras autografiadas y con un dejo de tristeza me dijo que no volvería a ver su Mérida de las nives eternas .Ahora sigue en bronce formando otro trío en el paseo de los arzobispos y su casa se convierte en hoguera de sabiduría para los merideños del futuro.4-12-91

              

  












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