EL PESEBRE
NAVIDEÑO
PAMU
Las
navidades en los Andes siguen el ritmo del tiempo litúrgico.
Al iniciar el
Adviento el andino comienza los preparativos para el pesebre del Niño Jesús, que es una especie de altar navideño,
puesto en el mejor sitio de la casa para venerar la Sagrada Familia.
El pesebre
tiene diversas formas y tamaños según sea en el campo o en la ciudad. así como
son diversos los adornos y objetos folklóricos. Un pesebre en el campo está
hecho de raíces y troncos de árboles, recubiertos con papel o tela engomada que
luego adoptan figuras de picachos y praderas, llanuras y lagunas. Se decoran
con tierras de colores, partículas de talco y brillantina, lleva mucho musgo
así como luces intermitentes.
El centro del pesebre suele ser una gran cueva donde se
colocan las
imágenes de San José, la Virgen y el Niño Jesús, que estará
cubierto con un pañito hasta la media noche del 24 de diciembre. Según las
posibilidades económicas estarán acompañadas de los Reyes Magos, el buey y la
mula, así como de innumerables ovejitas y pastores de todos los tamaños y
posicionesEncima de la cueva o gruta estará un ángel con las letras en
latín “GLORIA IN EXCELCIS DEO” o sea Gloria a Dios en las alturas., como
cantaron los ángeles en el portal de Belén, la noche de Navidad. En uno de los
picachos o colgando sobre el portal brillará una estrella con sus rayos hacia
el Niño Jesús. Todas las lomas y praderas tienen representaciones de la vida
campesinas ,lagunas de espejos con sus paticos, vaqueras con sus viejitos y
muchachos en actitud de ordeño, hombres trabajando, mujeres en oficios del hogar,
fiestas populares, costumbres típicas del lugar.
En la ciudad los pesebres tienen la misma intención central del
Nacimiento del
Niño Jesús en medida mas reducida y con
diferentes adornos ,pues son carritos
,aviones ,artefactos eléctricos
y objetos mecánicos lo que llenan el ambiente.
Algunas veces conjugan el arbolito navideño y el nacimiento en el mismo lugar.
Como religiosidad popular es la lección catequética más plástica del misterio
de la Encarnación, pues el nacimiento es el eje a cuyo alrededor giran todas
las atenciones por la colocación de las figuritas. Las familias se movilizan
para la preparación del pesebre de tal forma que los niños y los jóvenes
participan activamente en la elaboración poniendo su creatividad y
hasta su propio nacimiento según las costumbres y recursos de las familias. La
tradición del pesebre se ha generalizado en todos los Andes y fuera también
convirtiéndose ya no en una costumbre familiar sino como en una obligación
religiosa. Dios quiera que con la crisis que estamos viviendo no se vaya
apagando esta religiosidad popular sino al contrario se afirme con mayor fe
para que el Niño Dios nos depare una nueva Venezuela.
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