miércoles, 9 de enero de 2019

MUNICIPIO ZERPA

MUNICIPIO ZERPA       

PAMU





Reza el decreto de la Legislatura del Estado de los Andes del 13 

Febrero de 1865, después de tres considerandos lo siguiente: se erige una parroquia civil con el nombre de Zerpa, la aldea desmembrada de la Azulita del Distrito Campo Elías, desmembrada de la de Jají en honor a la memoria del virtuosísimo
MONS TOMAS ZERPA.
                                            

Tomas Zerpa Romero era nativo de Mérida e hijo de los esposos 

Antonio José Zerpa   y   María Antonia Romero   ” gente  modesta y buena como el pan ”dice el Dr. Picón Febres, Todos los catedráticos  de entonces que lo tuvieron de alumno en los estudios eclesiásticos y civiles asentaron de él la misma frase elogiosa: ”mucho talento, aplicación y provecho”

El Padre Zerpa fue ordenado sacerdote en 1850 y de inmediato

Mons. Boset lo nombró secretario de la Diócesis, fue canónigo de la Catedral, provisor y Vicario General. Su más grande virtud fue la modestia, humildad y sencillez hasta el grado heróico. Cosas inauditas se cuentan de la modestia de Mons. Zerpa que tanto el Dr. Tulio Febres Cordero como otros escritores concuerdan en llamarlo” violeta mística de los Andes” El Dr. Gonzalo Picón narra que quisieron doctorarlo sin fórmula de examen por ser quien era él, ateniéndose a su gran sabiduría y rechazó la honra doctoral, quisieron coronarlo después de un bellísimo sermón los hombres mas ilustres de la sociedad en un acto solemne y no pudieron encontrarlo.


inauguración del busto de Mons Zerpa en La Azulita
Picón Febres elogia a Tomás Zerpa” como un gran orador, correcto en ademanes, uncioso en la declamación, dulce en la emoción de las palabras, ático, porque nació orador de grande y espléndida estatura”.

En 1876 el Congreso de la República lo eligió como obispo de 

Mérida, lo preconizó el Papa Pio IX, le rogó el presidente Guzmán 

Blanco y no aceptó la mitra. Hubo ruegos del pueblo, procesiones, súplicas de los prohombres, hojas sueltas, discursos rebosantes de dolores y de alegría, muy sincero él desde el principio dijo NO.  


 Las razones que lo motivaron a no aceptar el obispado de


Mérida fueron además de su modestia, la de evitar roces con Guzmán Blanco por asuntos de patrimonio eclesiástico. El Dr Gonzalo Picón Febres conoció desde muchacho al P Zerpa a cuya casa iba a recibir lecciones de Latín y Filosofía de su sobrino el educador Carlos Zerpa y con propiedad afirma del eclesiástico lo siguiente:” Confieso que aquel hombre por su dulzura, por su prestancia en las maneras, por su bondad perenne por su humildad y su modestia incomparable me infundía un gran respeto y una gran veneración”

Esta única virtud hubieses bastado para engrandecerlo como lohizo 
el ayuntamiento emeritense en una placa colocada en la puerta después de la muerte acaecida el 24 de marzo de 1856.” El ilustre 

Concejo Municipal del Distrito Libertador en nombre de la ciudad 

de Mérida, al justo varón Mons.  Tomás Zerpa, sabio y caritativo 
sin ostentación y grande y por modesto.” Al decir del Dr. Tablante Garrido: Mons. Zerpa fue también periodista, administrador público diputado y presidente de la Asamblea Provincial. Fomentó el progreso de las órdenes materiales de la Iglesia y la Universidad y por todos los medios trató con el Gobierno Nacional y del Estado conseguir la construcción del camino de Mérida al Puerto de Palmarito.
Considera que ésta fue una de las razones válidas para que en esta 
nuevo Municipio que nació en las montañas vírgenes de La Azulita se le diese su nombre. El anhelo de unir a Mérida con el Lago de Maracaibo se cumplió con su nombre en este municipio que es eslabón entre la Sierra y el Lago, entre Mérida y Zulia.

La violeta mística de los Andes florece con mayor esplendor en la

fecundidad de las tierras azulitenses por la modestia de sus gentes 
buenas como el pan, así como dijeron de sus padres.
Agosto 1994
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