EL ABRAZO DE LA VIDA FAMILIAR
PAMU
El abrazo en
familia es otra actividad familiar que la iglesia ha implementado para preparar
al pueblo a la venida del Santo Padre a
Venezuela. En ella como en otros años se
quiere fomentar el amor entre las familias, las buenas relaciones entre los
parientes y amigos de la familia.
Los brazos
tienen muchos movimientos significativos, así alzar los brazos significa alegría,
triunfo, victoria, optimismo así llegan por ejemplo los deportista a la meta, también
así saludan los políticos en campaña.
Los brazos
extendidos son expresión de acogimiento, recibimiento cariñoso, solidaridad. El
abrazo estrecho y prologado es una forma de comunicarse el aprecio que se tienen, la intimidad de sus
sentimientos. A la vez que unos brazos cruzados es una actitud de espera duda, intranquilidad, reserva.
Igual que
los brazos caídos significan pasividad, huelga de brazos caídos. Los brazos en
cruz son el simbolismo de la oración, de
la súplica dolorosa pero eficaz, como la de Moisés en la batalla de los
israelitas, como la perenne de Jesús en el madero de la cruz.
El brazo
familiar es la forma de expresar el amor entre la familia, las expresiones
singulares de amor entre los padres y sus hijos, la intimidad de los dos
cuerpos que físicamente se sienten, se
tocan, se acarician y se confunden entre los brazos.
Por el amor
a la vida defendemos la familia proclama el lema del abrazo en familia, ”Yo he
venido para que tengan vida “ proclama el evangelio de Jesús como solución a los problemas familiares, a
las crisis del amor y el Señor promete ser vida nuevamente en el matrimonio ,
en la familia , en la sociedad.
El abrazo en
familia es como una renovación de las promesas, matrimoniales pretende revivir
los efluvios amorosos del noviazgo, las ilusiones de la luna de miel.
El abrazo
familiar busca encender nuevamente las fogatas del amor en el hogar de los
primeros días, despertar nuevamente las cascadas de sonrisas inocentes de los
niños, los diálogos de sobremesa, los juegos compartidos.
En la semana
de la familia que quiere ser una continua meditación sobre sus temas, se han desarrollado talleres, el amor a la
vida, insistiendo en el valor en el don
y en el derecho, deberes de la vida. Se
han buscado caminos nuevos y viejos sobre la educación para el amor y la vida
observando la sexualidad dentro del plan de Dios y como servicio a la vida.
Abramos los
brazos y amémonos en la familia para que haya hogar lleno de vida.
1995
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