(Nació
en Cumaná, 1897 – murió en Ciudad de México, 1955) Escritor y político
venezolano. Llamado El poeta del puebl0, marchamo del que el mismo Andrés El0y
Blanco se ufanaba, la obra de este poeta, quien fue además político destacado
en las filas de Acción Democrática, ha quedado como detenida para siempre en
una foto fija. Ser el poeta más popular de Venezuela tiene también sus
limitaciones, la menor de las cuales no ha sido alejar su obra de lecturas
serias y arrimarla en l0 folclórico, y también en l0 declamatorio (porque
Andrés El0y Blanco fue un eminente orador, quizás el mejor que ha tenido
Venezuela en el sigl0 XX) y en l0 humorístico, vena que cultivó no sól0 en sus
escritos periodísticos, sino incluso en sus versos. Capaz de practicar con igual
facilidad la poesía social, el artícul0 de opinión, el cuadro de costumbres, el
ensayo, el teatro y la arenga política, sus obras completas, editadas por el
Congreso Nacional en 1973, llenan diez gruesos volúmenes.
PINTAME ANGELITOS NEGRO
con los tonos de mi pueblo,
con su ángel de perla fina,
con su ángel de medio pelo,
con sus ángeles catires,
con sus ángeles morenos,
con sus angelitos blancos,
con sus angelitos indios,
con sus angelitos negros
PINTAME ANGELITOS NEGRO
Pintor nacido en
mi tierra,
con el pincel extranjero,
con el pincel extranjero,
pintor que sigues
el rumbo
de tantos pintores
viejos,
aunque la Virgen sea blanca,
píntame angelitos negros.
No hay pintor que pintara
angelitos de mi pueblo.
Yo quiero angelitos blancos
con angelitos morenos.
Ángel de buena familia
no basta para mi cielo.
Si queda un pintor de santos,
aunque la Virgen sea blanca,
píntame angelitos negros.
No hay pintor que pintara
angelitos de mi pueblo.
Yo quiero angelitos blancos
con angelitos morenos.
Ángel de buena familia
no basta para mi cielo.
Si queda un pintor de santos,
si queda un pintor de cielos,
que
haga el cielo de mi tierra,con los tonos de mi pueblo,
con su ángel de perla fina,
con su ángel de medio pelo,
con sus ángeles catires,
con sus ángeles morenos,
con sus angelitos blancos,
con sus angelitos indios,
con sus angelitos negros
En la esquina de Miracielos
hubo una breve oscilación;
los portadores de las andas
se detuvieron; Monseñor
el Arzobispo, alzó los ojos
hacia la Cruz; la Cruz de Dios,
al pasar bajo el limonero,
entre sus gajos se enredó.
Sobre la frente del Mesías
hubo un rebote de verdor
y entre sus rizos tembló el oro
amarillo de la sazón.
hubo una breve oscilación;
los portadores de las andas
se detuvieron; Monseñor
el Arzobispo, alzó los ojos
hacia la Cruz; la Cruz de Dios,
al pasar bajo el limonero,
entre sus gajos se enredó.
Sobre la frente del Mesías
hubo un rebote de verdor
y entre sus rizos tembló el oro
amarillo de la sazón.
De lo profundo del cortejo
partió la flecha de una voz:
—¡Milagro...! ¡Es bálsamo, cristianos,
el limonero del Señor...!
partió la flecha de una voz:
—¡Milagro...! ¡Es bálsamo, cristianos,
el limonero del Señor...!
Y veinte manos arrancaban
la cosecha de curación
que en la esquina de Miracielos
de los cielos enviaba Dios.
Y se curaron los pestosos
bebiendo el ácido licor
con agua clara de Catuche,
entre oración y oración.
la cosecha de curación
que en la esquina de Miracielos
de los cielos enviaba Dios.
Y se curaron los pestosos
bebiendo el ácido licor
con agua clara de Catuche,
entre oración y oración.
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