Los siete platos de semana santa
¿De qué se trata esta
tradición? Pues de la reunión a la mesa a mediodía del jueves santo para
compartir un almuerzo en el que por lo menos deben servirse siete preparaciones
distintas entre dulces y saladas. Simplemente, una herencia de mis hondas raíces
andinas, porque definitivamente los andinos son los guardianes de las
costumbres religiosas traídas por los españoles. No hay otro lugar en el país
donde se realicen tantos ritos y tradiciones religiosas como en esta zona. Ya
son bien conocidas las paraduras, los pesebres, las procesiones del Nazareno,
los vía crucis, entre otros, cuyos sellos han estado presente por más de cuatro
siglos.
En vísperas del ayuno del viernes santo y para conmemorar la última cena se acostumbraba en el Siglo XIX celebrar en las casas de las familias más pudientes el banquete los siete potajes.
En vísperas del ayuno del viernes santo y para conmemorar la última cena se acostumbraba en el Siglo XIX celebrar en las casas de las familias más pudientes el banquete los siete potajes.
Durante el jueves y el viernes
santo, debido a la prohibición católica de consumir carnes rojas, en Mérida y
en el Táchira, especialmente en los pueblos fronterizos como Tovar, de donde
era mi abuela, y al igual que en los pueblos
del departamento del Norte de Santander, en nuestro hermano país Colombia, se
acostumbra comer una serie de preparaciones en conmemoración de las siete
palabras que pronunció Jesús antes de morir.
Estos "siete
platillos", como también se les llama, constan de "sopa, arroz,
pescado, macarrones, ensalada (zanahoria, cebolla, lechuga, remolacha), torta y
dulce.
Tanto las familias más acomodadas como las más humildes preparan, de acuerdo con sus posibilidades, suculentas comilonas en las que se destacan: fiambres, lechones, pavos, corderos, gallinas, pescados, encurtidos, quesadillas e infinidad de dulces. Todas estas delicias, llamadas “siete potajes”, en la mayoría de los casos consisten básicamente en trucha conservada con sal acompañada con sopa de arvejas, arroz, ensalada, cambur verde sancochado, jugo de frutas y dulce de cabello de ángel. Según la tradición, el consumir los siete potajes asegurará el tener comida y prosperidad durante todo el año
Tanto las familias más acomodadas como las más humildes preparan, de acuerdo con sus posibilidades, suculentas comilonas en las que se destacan: fiambres, lechones, pavos, corderos, gallinas, pescados, encurtidos, quesadillas e infinidad de dulces. Todas estas delicias, llamadas “siete potajes”, en la mayoría de los casos consisten básicamente en trucha conservada con sal acompañada con sopa de arvejas, arroz, ensalada, cambur verde sancochado, jugo de frutas y dulce de cabello de ángel. Según la tradición, el consumir los siete potajes asegurará el tener comida y prosperidad durante todo el año
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