PATRONATO ECLESIASTICO

PATRONATO vs CONCORDATO 

DEL CARDENAL QUINTERO

     

Le correspondió a su Eminencia José Humberto Quintero, Cardenal de la Santa Iglesia Romana y  Arzobispo de Caracas comenzar a dialogar sobre el nuevo régimen del concordato o convenio, el 24 de   abril de 1936, siendo Presidente de la República el General en Jefe Eleazar López Contreras, le confió al  Cardenal el inicio de este proceso. Transcurrieron muchos años y fue en el mandato de Don Rómulo  Betancourt, primer Presidente del Régimen democrático quien firmó conjuntamente con el Cardenal   Quintero el Concordato con la Iglesia Católica el 6 de marzo de 1964, siendo importante señalar entre  muchos aspectos: El Estado venezolano seguirá garantizando el libre Poder Espiritual de la Iglesia  Católica y se le reconoce como persona jurídica de carácter público, teniendo facultad para los actos de la  vida civil de las Diócesis, Seminarios, Parroquias y congregaciones. En su art. 7 establece: los Arzobispos y Obispos deben ser ciudadanos venezolanos. El Patronato regio consistió en el conjunto de  privilegios y facultades especiales que los Papas concedieron a los reyes de distintas  monarquías europeas del Antiguo Régimen y que les permitían, al principio, ser oídos antes de una decisión Papal o elegir directamente en sustitución de las autoridades eclesiásticas, a determinadas personas que fueran a ocupar cargos vinculados a la Iglesia Católica José Humberto Quintero Parra (Mucuchíes, Mérida, Venezuela, 22 de septiembre de 1902  Caracas, Distrito Federal, Venezuela, 8 de julio de 1984) fue un religioso, humanista, periodista, ensayista, escritor, poeta, historiador, artista y orador venezolano.

Fue el primer Cardenal de la Historia de Venezuela y uno de las más reconocidas y notorias figuras intelectuales de Venezuela durante el Siglo XX. Extraordinario orador tanto de temas religiosos, como históricos y políticos, destacando de los últimos sus intervenciones en alusión al libertador, Simón Bolívar, durante la celebración de su centenario en Estado Mérida, siendo este y otros discursos recopilados en el famoso libro, «Páginas Bolivarianas».2 A su obra se suman numerosos trabajos sobre historia eclesiástica de Venezuela, sobre Bolívar y varios libros de memorias.

Fue miembro de la Academia de la Historia de Venezuela y de la Academia Venezolana de la Lengua además de recibir numerosos reconocimientos por su labor.3