He aceptado, agradecido y complacido, la gentil invitación del autor del folleto “Una Experiencia Comunitaria en Ejido”, (impreso por el Ejecutivo del Estado Mérida), el hermano sacerdote Pedro Moreno, para hacer la presentación oficial de la obra que hoy ocupa nuestra atención. Y me uno, solidario, a la motivación que el propio Pedro me señala en su cordialísima carta del 29 de junio próximo pasado, en la que me pide las palabras de este acto: “no me mueve otra razón -dice -sino la de hermano en el sacerdocio que vio nacer esta experiencia hace seis años y conoce la trascendencia de este nuevo apostolado”. “Además -agrega-estamos unidos en una labor paralela de hacer patria e iglesia en la evangelización de la cultura y la opción por los pobres”. Y concluye: “estas quijotadas las podemos promover nosotros los nativos y nosotros mismos publicitarlas”.
A Pedro Moreno lo conozco desde 1957, por lo menos, en el seminario interdiocesano de Caracas, donde él concluía su seminario mayor y yo, mis estudios del menor. Recuerdo mucho sus inquietudes culturales y no se me olvida un concurso que Pedro organizara desde el mayor para mover a los seminaristas del menor a profundizar en el conocimiento de la música clásica.
Para nadie que lo conozca, es un secreto que
Pedro Moreno vive en permanente inquietud por el progreso material, social,
cultural y pastoral de las comunidades que le ha correspondido dirigir. Basta
recordar la obra del templo y la casa cural de Fátima en Tovar, la hermosa
residencia parroquial de Montalbán, aquí, en Ejido; el funcional edificio del
colegio “Arzobispo Silva” cuya construcción promoviera junto con la fundación
“San José” y, por último, la creación y organización de la novel parroquial del
Espíritu Santo de Pozo Hondo con sus pilares fundamentales: las comunidades
eclesiales de base y el exitoso ensayo de los nuevos ministerios. No contento
con su labor espiritual, promovió, igualmente, la urbanización el Carmen en
esta ciudad de Ejido, siendo párroco de Montalbán.
El trabajo intelectual nunca le ha sido ajeno a Pedro. El seminario caraqueño donde se formara, fundó y dirigió por varios años una pequeña revista de intercambio seminarístico venezolano: llamada "VÍNCULO" que, muchos años después, reeditara, en formato mayor, aquí en Mérida, con el mismo nombre. Ambas perecieron, fundamentalmente por falta de dinero. Numerosos artículos, salidos de su pluma, han visto la luz en periódicos y revistas. Y, que yo sepa, al menos tres obras ha dado a la imprenta: en 1978, editada por el Ministerio de Justicia y Cultos, la recopilación de las Cartas Pastorales de Monseñor Chacón Guerra; en 1983, la intitulada "Héroes de
Tal labor de forja intelectual no la realizó Pedro en forma improvisada como quiera que es fruto de su sólida formación filosófico-teológica, completada en Roma con la sociología religiosa y aquí, en la ciudad de los caballeros, con
En el folleto "Una Experiencia Comunitaria en Ejido", el autor tiene una frase que me da pie para ulteriores reflexiones y veo hoy la gran oportunidad para dejar oír alguna de mis inquietudes actuales: "es hora -dice Pedro Moreno -de que
El Concilio Vaticano II, iniciado en 1962 y cocluido tres años después, ha constituido una verdadera revolución del Espíritu Santo en
El Sínodo episcopal extraordinario de 1985, reunido en Roma , para hacer una evaluación de los 20 años del Concilio, convocado y presidido por Juan Pablo II, mostró un sintomático pesimismo al considerar que ni siquiera el texto de los documentos conciliares se conoce bien en
Uno de los resultados más elocuentes del Concilio es la actitud humilde de
En la constitución "Gozo y Esperanza" acepta, igualmente, que "aún siendo
Pero hay más. El nuevo Código de Derecho Canónico trae todo un artículo del libro II (del pueblo de Dios) dedicado a la exposición de los deberes y derechos de los fieles, que se basan en la dignidad de la persona humana, imagen y semejanza de Dios y la condición de hijos de Dios de los bautizados. En una sección jurídica revolucionaria, impensable en el antiguo Código Canónico de 1917.
Solamente los clérigos convencidos de la autoridad- servicio (jamás los que conciben la autoridad en
En el título en cuestión, en efecto, se dice, en primer lugar que, “por su regeneración en Cristo, se da entre todos los fieles una verdadera igualdad en cuanto a la dignidad y acción en virtud de la cual todos, según su propia condición y oficio, cooperan a la edificación del cuerpo de Cristo”.
Consagra, igualmente, el nuevo Código, el derecho de petición y de opinión: “los fieles tienen derecho a manifestar a los pastores de
Y Mario Briceño Iragorry hace una reflexión sociológica que es también para
Yo agregaría que, a nivel diocesano, un Pedro Moreno, con sus limitaciones y defectos, ha contribuido a crear una sana opinión pública en nuestra Iglesia, de hombres “prudentes” y “respetuosos”. Y debe saber que está amparado por las leyes de Iglesia (canon 212, párr. 2 y 3). Vaya nuestra palabra de estímulo para ellos. Están cumpliendo con su deber. Y lo hacen porque creen en
Felicitaciones a Pedro Moreno por su folleto. La apariencia de la brevedad de sus páginas no le quita el mérito de la profundidad y transparencia del mensaje. Su lectura debe ser acicate para muchos. Aprovecho la ocasión para ofrecer, a nombre de
Pbro. Néstor José Fernández Pacheco Ejido, Julio 10 de1987
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