jueves, 13 de septiembre de 2018

P CORREDOR SU BIOGRAFÍA

PRESENTARON “MEDIO SIGLO DE PARROCO”
SEXTO LIBRO




 En un ambiente cálido y familiar reinó la noche del 16 de febrero cuando la sede de la casa de los antiguos gobernadores tuvo lugar la presentación del libro “Medio Siglo de Párroco en La Azulita  del Presbítero Desgracias Corredor Rojas”. Esta edición del Instituto Merideña de Cultura del Gobierno Bolivariano de Mérida en coedición con la Alcaldía de Municipio Andrés Bello, es autoría del Padre Pedro Antonio Moreno quien en este acto estuvo acompañado por Luis Martín Hernández Secretario General de Gobierno en representación del gobernador del Estado y Giandomenico Puliti, presidente del I M C .Igualmente hicieron acto de presencia el hoy auxiliar de la Arquidiócesis de Mérida Mons. Alfonso Márquez, el  Pbro. Deogracias Corredor Rojas, Albio Contreras, representante del poder judicial y presidente de la sociedad bolivariana. Puliti al presentar oficialmente esta obra reiteró lo sostenido por el Padre Moreno en sus escritos para agregar que la intención del instituto que preside ha sido permitir la perpetuidad de un testimonio, de una memoria en reconocimiento al Padre Deogracias en sus 50 años de vida sacerdotal al servicio de los más necesitados en este caso de La Azulita. En ese orden de ideas y en su intervención el Presbítero Corredor Rojas representante de una suerte de generación corajuda, alentada e irrepetible, ahondó sobre las actividades emprendidas en ése trabajo de párroco de una comunidad de la cual no pudo desprenderse sino 50 años después. En ese ínterin cuenta que conoció al joven  Moreno, un estudiante de filosofía en el Seminario Mayor de Caracas, sintiendo al mismo tiempo gran regocijo porque en  poco tiempo tendría la inmensa dicha de tener en  su propia parroquia a un sacerdote de raigambre netamente azulitense y el primero de ese noble pueblo. Sobre el autor  pudimos conocer que ha  emprendido una fecunda labor sacerdotal como párroco  de varias poblaciones .También se ha destacado como profesor en varios liceos en la rama de sociología y filosofía, actualmente ejerce funciones de capellán general de  presiones y es autor de varios libros. Partidario del trabajo comunitario el Padre Moreno apuesta por ésa figura quizás hoy ya legendaria del cura obrero.





DESIGNADO EL PBRO PEDRO A. MORENO CAPELLAN GENERAL DE PRISIONES.
La Religión -Caracas -Martes 29 enero de 2002.








El Presbítero Pedro Antonio Moreno Uzcátegui cura párroco de Nuestra Señora de la Asunción de la Virgen María en La Pedregosa de Mérida y capellán del internado judicial de Mérida fue designado de manera unánime por la Conferencia Episcopal Venezolana y el Ministerio de Interiores y Justicia como Capellán General de Prisiones. Las dos instituciones mantienen en vigencia un convenio de asistencia religiosa en las cárceles venezolanas desde hace varios años y en su cumplimiento procedieron a la designación del nuevo titular de las capellanías, que atiende una población de 18.000 reclusos. Moreno Uzcátegui es un sacerdote nacido en la población andina de La Azulita Municipio Andrés Bello con estudios en los Seminarios de Caracas y Mérida, postgrado en Roma, Licenciado en Letras en la Universidad de los Andes. Ordenado sacerdote en agosto de 1958 por el arzobispo metropolitano de Mérida Mons. Chacón, integra el grupo “de los conquistadores de los pueblos del sur, un equipo de pastoral creado por el ilustre pastor andino que se ocupó de hacer cientos de kilómetros de carreteras en las serranías merideña para incorporar miles de hectáreas a la producción y acercar a los ciudadanos a mejores condiciones de vida. Moreno Uzcátegui por ejemplo fue el sacerdote ayudado por cientos de gratuitos obreros que abrió caminos entre las localidades de El Morro, Acequias y Aricagua, lo que permitió que a fines  de 1960  llegara el primer jeep a una escarpada y fría zona donde  sólo se conocían las bestias como instrumento de transporte y labor, Con posterioridad desempeñó varias parroquias .Fue el primer secretario del Consejo Presbiteral arquidiocesano, director de pastoral social. Fundador de la escuela de ministerios laicales y capellán del internado judicial desde 1976. El Padre Moreno ha sido educador., director de programas en radio y televisión, autor de varios libros en circulación nacional y ha recibido las principales condecoraciones de la ciudad merideña. Dentro de los aspectos destacados de su actuación como capellán debe mencionarse el programa de las cooperativas penitenciarias, un proyecto para brindar a los reclusos formación  y  trabajo remunerado en distintas áreas y que viene permitiendo la reinserción de los penados de manera apropiada y confiable..


Presentación y Juramentación.
En  el salón de trono del arzobispado de Mérida en presencia del Presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana Monseñor Baltasar Porras Cardozo, acompañado de los Vicepresidentes Cardenal Ignacio Velasco, Monseñor Ubaldo Santana y del Viceministro de Relaciones Interiores y Justicia Doctor Paúl Valery se hizo la presentación oficial del Padre Moreno. Posteriormente el Ministro de Relaciones Interiores Luís Miquilena H tomó el juramento de ley  y puso al Padre Moreno en posesión de la nueva responsabilidad  pastoral y administrativa cuya sede está en Caracas. El Padre Moreno destacó que conforme el Concilio Plenario Venezolano sobre la contribución de la iglesia a la gestión de una nueva sociedad en los aspectos de cárceles y derechos humanos se propone un plan de pastoral acorde con la ley de régimen penitenciario con un aspecto religioso y otro social en el sentir de los nuevos mandatos constitucionales.

Conversando con el Padre Pedro Moreno, Capellán General de Prisión.
TREINTA AÑOS EN LA CÁRCEL… ANUNCIANDO A CRISTO.
Por el P Tomás Alfonso Paz    en Iglesia –Ahora. 26-3-2006

Seguramente nuestros lectores ya se han enterado que actualmente se desarrolla en toda la Iglesia de Venezuela la campaña “compartir”, este año dedicada a recaudar fondos para apoyar los diversos proyectos que Caritas de Venezuela realiza en los diversos centros penitenciarios del país. Por este motivo hemos querido conversar con el Padre Pedro Moreno, capellán general de las cárceles en Venezuela.
Padre Moreno, ¿Cuéntenos un poco como fueron sus inicios en este abnegado apostolado?
-Hace treinta años fui nombrado capellán penitenciario en el internado judicial de Mérida. En ese entonces comencé un trabajo de humanización del sistema penitenciario, pues ya las cárceles presentaban una situación tan violenta como lo es hoy en día.
Un pequeño acontecimiento, aunque vergonzoso para el actual director de aquella cárcel, me permitió darme cuenta de la gran importancia que tiene, dentro del sistema penitencial venezolano, la junta de conducta. La problemática suscitada entre los reclusos y el director fue resuelta cuando se reconoció a la junta de conducta su verdadera función. En la actualidad, lamentablemente,   no se le da importancia que se requiere....
¿Cómo se llevó a cabo la transformación de ese centro penitenciario?
-En primer lugar todo el equipo que trabajaba en la cárcel tomamos como lema aquella frase de San Stannislao de Kostka: "Hacer lo que tenemos que hacer". La autoridad era la junta de conducta y los mismos reclusos tenían parte en ella.. Comenzamos a trabajar en la organización de actividades deportivas, culturales. Organizamos un festival de teatro a nivel nacional. Los reclusos comenzaron a verse, ya no teníamos ni violencia, ni droga, más de 15 años sin muertos, ni droga. Se comenzó a aplicar la llamada ley de redención: dos días de trabajo o de estudio por un día menos de pena.
¿Cuál es la actividad que usted como sacerdote ha realizado en las distintas cárceles que ha visitado?
-Como sacerdote, el capellán, tiene una misión de evangelización que el CELAM ya la definió en sus documentos sobre la pastoral social y penitenciaria. Todo el trabajo de evangelización dentro de las cárceles “es una vivencia y celebración de la fe y de la caridad.” El capellán es un factor importantísimo dentro de la rehabilitación del interno, igualmente su actividad  se dirige a todos los miembros de la comunidad penitenciaria: guardias, empleados, personal administrativo, los familiares de los reclusos...
Seguramente durante su larga actividad como capellán general de prisiones recordará muchas vivencias y anécdotas ¿quisiera compartir con nosotros alguna en particular?
Si claro. Recuerdo una en particular que ocurrió en la penitenciaria de Mérida. Se trataba de uno de los internos, Machera se llamaba. Fue encarcelado por robo, aunque más bien se debe decir que era algo así como un “Robin Hood”. En la cárcel le decían el "buen ladrón". El día del bautismo de uno de sus hijos, una de las religiosas que colaboraban conmigo en la penitenciaria, le regaló una torta. Todos estábamos celebrando. En un determinado momento me di cuenta que este hombre rudo y curtido por los golpes de la vida, se había alejado del grupo... estaba llorando. Me acerqué y le pregunté ¿Machera que te pasa, por qué lloras? El me respondió: Padre a mi nunca me habían querido así.
Por eso siempre recomiendo a los capellanes que se esfuercen por amar a los presos, de mantener una presencia efectiva. Alguien dijo una vez que el capellán es sobre todo agente religioso afectivo.
¿Cómo ve la situación actual de las cárceles en Venezuela?
-Es uno de los momentos más difíciles. Hay un muerto diario en las cárceles. Con la violencia se perdió la autoridad, son los presos los que dominan las cárceles. Uno de los problemas más graves es la corrupción dentro de las cárceles... Dios quiera, se aporten rápidamente las soluciones.
¿Cómo ve la actual iniciativa de Caritas en dedicar la campaña "compartir" en beneficio de los presos?
-Me pareció interesante que el episcopado diese una palabra sobre la situación carcelaria, dando una gran sensibilización por la problemática. Son muchos los proyectos que actualmente la Iglesia, a través de Caritas y de la AVEC (Asociación Venezolana de Escuelas Católicas) desarrolla en los centros penitenciarios del país. Nuestro foco de atención, es la humanización de dichos centros. Luchar para que el trato a los reclusos sea más humano, para que se realice una verdadera rehabilitación del recluso y así pueda reintegrarse, de manera útil, a la sociedad.
Para concluir, ¿cuál sería su mensaje a todos nuestros lectores?
Un llamado a la oración. Orar por los hermanos privados de la libertad y por los funcionarios, para que tengan entereza y para que los capellanes continúen con su misión. Es importante que nosotros como Iglesia, fortalezcamos nuestra presencia en las cárceles y trabajemos en beneficio de nuestros hermanos privados de la libertad.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario